sábado, 25 de octubre de 2008

LA ADORACIÓN



"Venid adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor" (Salmos 95:6)

El hombre fue creado para adorar a Dios. Cuando Satanás vio la comunión íntima que el hombre disfrutaba con su Creador, lleno de envidia, quiso destruir esa relación y canalizar esa necesidad humana en beneficio propio, para que el hombre se rindiera ante él. Astutamente, le vendió la idea de que si comía del fruto prohibido, sería como Dios. Satanás sabía que si el hombre lograba aceptar esa propuesta, quedaría completamente separado de Dios y entraría en su terreno, sujetándose a su dominio, ya que lo único que separa al hombre de Dios es el pecado.

Cuando Satanás tentó al Señor, una de sus propuestas fue: "Todo esto te daré, si postrado me adorares". Entonces Jesús le dijo: "Vete de mí Satanás porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él sólo servirás" (Mateo 4:10).

Podemos notar, entonces, que el Señor le dice al adversario que la adoración es exclusiva de Dios y no se le puede dar a ninguna otra persona. Tampoco se le puede tributar adoración a ningún objeto, símbolo o imagen. La adoración le pertenece única y exclusivamente a Dios y a nadie más. El mismo Señor, en los diez mandamientos enseñó que uno de los motivos por el cual el juicio divino viene sobre la humanidad es por adorar imágenes, porque éstas levantan una gran barrera entre Dios y el hombre (Éxodo 20:4-5). Adorar lo que no es Dios, es llamar su ira sobre la descendencia hasta la cuarta generación. Dios es espíritu, y la única manera de adorarle es en espíritu. El Señor enseñó: "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y verdad es necesario que adoren" (Juan 4:24).

1. CÓMO PODEMOS ADORAR A DIOS

Arrodillarse (Salmos 95:6).
La palabra "arrodillar" y "rodilla", en el hebreo tienen el mismo origen, el cual es "bendición". Cuando usted se arrodilla, está bendiciendo el nombre de Dios.

Postrarse "Venid adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor" (Salmos 95:6).
Cuando el pueblo se postraba, cubría su rostro ante la presencia de Dios. Esta es una expresión de quebrantamiento, de humillación, de entrega. Los judíos, cuando adoraban a Dios, siempre lo hacían con el rostro en tierra. Inclinaban su cabeza, colocándola en el suelo ante la presencia del mismo Dios.

Levantar los brazos. "Extendí mis manos a ti, mi alma a ti como la tierra sedienta" (Salmos 143:6).
Levantar los brazos es símbolo de rendición y, al hacerlo, estamos diciéndole a Dios que dependemos totalmente de Él.
Las Escrituras nos relatan una historia en Éxodo 17:8-16, cuando Israel estaba en batalla contra Amalec, y Dios les dijo que los brazos de Moisés no debían bajarse hasta que ellos obtuvieran la victoria. Cuando Moisés estaba con los brazos en alto, los ángeles de Dios asistían al ejército de Israel en la batalla, y comenzaban a vencer a las milicias de Amalec. Pero cuando los brazos de Moisés se cansaban, los ángeles ya no peleaban junto a ellos pues necesitaban que los brazos de Moisés estuvieran en alto para poder actuar. Por eso, Aarón y Hur tomaron cada uno un brazo de Moisés y los sostuvieron. De este modo, los israelitas pudieron prevalecer contra los hombres de Amalec y vencerlos.
Esto nos enseña que cuando levantamos los brazos en alto, en señal de adoración y rendición a Dios, aquellos poderes demoníacos que están luchando contra nosotros son quebrantados, doblegados y avergonzados, porque el ejército de Dios comienza a obrar a través nuestro y en nuestro favor.


2. LA ALABANZA
"En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Génesis 1:1). Antes de que todo fuera creado, Dios, Dios ya existía. Él creó todas las cosas, y una de ellas fue la música. Ésta no es invención del adversario. La música es creación de Dios, dada como un medio para que los ángeles le alaben. La alabanza existía, aún antes de la creación del mundo.

A. Beneficios de la Alabanza (Salmos 8:2b).

La alabanza levanta un muro muy alto de protección alrededor de nuestra vida y de nuestra familia, un lugar donde el adversario no puede llegar. Nuestra vida está segura por causa de la alabanza. En ella hay una protección poderosa de Dios para nosotros, para nuestra familia, para nuestras finanzas.


B. ¿Cuándo debemos Alabar a Dios? (Salmos 34:1-2).
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¿Cuándo debemos alabar al Señor? En todo tiempo, en todo momento. Cada situación debe ser un motivo para alabar al Señor.


C. ¿Cómo debemos Alabar al Señor?

· Con todo el corazón (Salmos 111:1).

· Con inteligencia (Salmos 47:7).

· Bendiciendo Su nombre (Salmos 63:4).

· Con instrumentos musicales (Salmos 150:4).


D. ¿Quiénes deben Alabar? (Salmos 148:11-14).

Dios creó la alabanza, ella es desde la eternidad. Cuando Dios creó la tierra, lo hizo en medio de la alabanza. La puerta que nos permite entrar en la presencia del Señor es la alabanza; también es el vestido digno para presentarnos decorosamente ante los ojos de Dios es la alabanza. La alabanza levanta un muro de protección alrededor de nuestra vida y de nuestros seres queridos. Satanás no pudo traspasar el muro que protegía a Job y su familia, sino hasta cuando Dios lo permitió. La alabanza es nuestra fortaleza; la alabanza hace callar la voz del enemigo y del vengativo; la alabanza produce liberación en nosotros y en los que están a nuestro alrededor. Todo lo que existe, todo lo que respira debe alabar al Señor. Debemos alabarle todos los días, en todo momento, en nuestro corazón, con inteligencia, con los labios.

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