Sueña y Ganarás el Mundo

Entendiendo Los Sueños

Un ejemplo es la vida de José, Dios le entregó un sueño desde muy niño.
Para que un sueño se realice se necesita fe, paciencia y perseverancia en todo momento.
Después de una serie de cosas que le sucedieron a José, este vio realizado su sueño.
Debemos disponernos al cambio, todo parte de nuestra decisión; solo entonces Dios podrá realizar una obra de restauración.

“El placer está en la carne, la felicidad está en el alma pero el gozo está en el espíritu.”

Siempre habrá gente, incluso tu propia familia; que no crea lo que haya hecho Dios en nuestras vidas.
Solo las personas que vienen a Jesús, con el corazón correcto; reciben ese encuentro con él; y pueden ver sus vidas restauradas y cambiadas.

Nosotros debemos estar en el camino, siguiendo los pasos de Jesús; y no junto al camino, viendo como todo pasa y no hacer nada.

El origen De Un Sueño

Dios se manifiesta en el lugar y tiempo que uno no se lo espera; siempre debemos dar gracias por todo lo que recibimos.

Dios puede realizar todo lo que anhela para la humanidad; para Él nada es imposible.
Pero el prefiere usarnos como instrumentos para llevar su deseo para toda la humanidad.
Nuestro Padre celestial, es un dios de grandes cosas.

Dios siempre tendrá una idea muchísima mejor que la nuestra.Siempre iremos de menos a más, de la mano de Dios.
Todo sueño que proviene del Espíritu siempre nos motiva a proteger nuestras vidas, cuidar nuestra familia y engrandecer la obra de Dios.
Los hombres de fe que tienen un sueño y una visión clara, nunca pero nunca retroceden.

Vislumbrando El Futuro

El hombre de fe llama las cosas que no son, como sí fuesen.Lo que sembremos para el Señor ahora dará fruto a su debido tiempo, pues Dios no es deudor de nadie.

Dios tiene el poder de transformas las circunstancias más adversas, a nuestro favor.
Tenemos un Dios justo, que siempre moverá su mano a nuestro favor.

No hay cosa imposible, para aquél que cree; siempre iremos de menos a más.

Antes de alcanzar el sueño, debemos tener la seguridad de que éste se hará realidad.