¿ME CASE CON LA PERSONA INDICADA?
“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante
No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.”
Santiago 1:6-8
En el libro de Santiago el Señor nos habla de la duda, cuando nosotros permitimos que el enemigo ponga dardos en nuestra mente y nos ponga la semilla da la duda, van a venir diferentes circunstancias que nos dice: ¿pero esa si fue la persona clave? ¿esa fue la persona para toda la vida? y vienen conceptos equivocados y la causa es la inseguridad ante los conflictos que hemos tenido como pareja, también la incapacidad para resolver los conflictos que tenemos como pareja, la obstinación de decir – yo tengo la razón – y no aprender a ceder frente a ese conflicto, de decir – tu te equivocas pero yo no me equivoco- y ahí es cuando empieza el enemigo a mandar dardos sobre nuestra mente, a decirnos, - esa no era, ese no era, te equivocaste, te apresuraste- quisiste la felicidad, pero si quieres seguir con ella o con él tienes que aguantarte, pero hoy vamos a destruir esos conceptos a acabar con ellos, a destruir en la cruz del calvario esos argumentos que han venido a nuestra mente a contaminar.
Algunas frases que la gente comúnmente menciona acerca del matrimonio, frases que nosotros como lideres cristianos debemos sacarlas de nuestra mente y acabar con ellas:
“No somos compatibles” “El y yo somos tan diferentes, “No nos entendemos en nada” o “Somos como el agua y el aceite” otros dicen “nos declaramos la independencia, usted por su lado y yo por mi lado”. Estas son frases que están marcando maldición sobre nuestros hogares y que están trayendo divisiones sobre la pareja. Dios quiere que podamos abrir el corazón y decirle – Señor necesito ayuda, quita toda la maldición de mi vida, ayúdame a tener un hogar hermoso -.
¿De donde vienes esas palabras?
1. DE LA HERENCIA Y LAS TRADICIONES DE NUESTROS PADRES: Josué 24:14-15
Josué viene a confrontar al pueblo porque entraron a aprender todas las costumbres de los amorreos, de las tierras que habían conquistado. Desde que un niño está en le vientre de su madre está aprendiendo: aprendemos a tomar alimentarnos, a gatear, a pararse, a caminar, a leer, todo es un proceso de aprendizaje, cada día estamos aprendiendo y nuestros padres nos enseñaron en vivo y en directo muchas cosas que nos hicieron daño, nos dieron una herencia de costumbres y malos hábitos, una herencia que vivimos en nuestras casas, posiblemente de peleas, conflictos, etc; y aprendimos en nuestros hogares la herencia del divorcio, de la separación, de los malos tratos, del hablar fuerte, y cuando vamos a empezar nuestro hogar, las mismas costumbres que aprendimos, la herencia que nos dejaron nuestros padres se vienen a manifestar en aquel hogar que estamos formando. Pero en el nombre de Jesús de Nazaret vas a renunciar a esa herencia que viene del pasado, que te ha hecho pelear, tener conflictos, tener un hogar de división y lo vas a llevar a la cruz y vas a decir – Señor, así como Josué lo expresó, yo y mi casa serviremos a Jehová.
2. LA GUERRA DE LOS TEMPERAMENTOS:
3. PALABRAS OFENSIVAS:
Cuando la pareja tiene un conflicto, una situación difícil y no sabe como enfrentarlo, entonces acude a la ira, al enojo y a las malas palabras. La palabra ofensiva es la que no corrige la actitud, sino que destruye la personalidad del cónyuge; por ejemplo, cuando hay atentado contra el intelecto de la persona, contra el pensamiento o la inteligencia del otro: ¿No pudo?, ¿No es capaz?. Eso causa una herida y destruye la personalidad.
La burla física o emocional. La palabras sarcásticas parecen puñales, aunque parezca mentira, a veces son pronunciadas en el matrimonio, afectando de esta manera la estima de alguno de los cónyuges. La palabras son muy poderosas, pues activan la esfera espiritual, y quedan martillando en las mentes, pudiendo ocasionar heridas graves; y estas heridas traen como consecuencia, rencor, odio y venganza. Y como consecuencia viene la duda - ¿por qué me case con él o con ella?.
4. NO CONFIAR EL UNO EN EL OTRO:
Los celos son síntomas de inseguridad y desconfianza, y han sido muchos ,os atropellos e injusticias cometidos por su causa; son un espíritu demoníaco que entra a una persona debido a la falta de estima y seguridad en si mismo. Si presenta este problema en tu vida, debes renunciar a toda duda y desconfianza hacia tu cónyuge, y comenzar a llenar tu mente de imágenes de fe y confianza.
5. ARTIMAÑAS DEL ENEMIGO:
Cuantas mujeres han caído en la trampa del enemigo, permitiendo que las que fingían ser sus mejores amigas hayan terminado robándoles a sus esposos. Sabemos que la mayor protección para los matrimonios es guardar siempre al armonía m}como pareja, y mantenerse muy alerta para no dar lugar a la mujer ajena ni al hombre extraño. Es fundamental que el marido siempre encuentre leche y miel en su casa, que pueda disfrutar de lo agradable que es el matrimonio.
“ANIMO A LAS MUJERES A QUE CONFIEN EN DIOS, PUES A PESAR DE LAS ADVERSIDADES EL SEÑOR ES EXPERTO EN HACER MILAGROS, Y LOS MÁS INTERESANTE ES QUE EL QUIERE USARLAS PARA QUE OCURRAN.
A LOS HOMBRES LES MOTIVO A QUE SE INSPIREN, VENZAN EL TEMOR O LA INDIFERENCIA, Y SE ATREVAN A ELOGIAR A SUS ESPOSAS CON FRASES CORTAS”
(Pastor Cesar Castellanos Domínguez)
Bibliografía: 7 Verdades para fortalecer el matrimonio, Pastor Cesar Castellanos
Biblia Reina Valera, Edición 1960 –1995
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